Aún podemos salvar a la educación – y ésa es la clave para salvar a la democracia

Resumen

Vivimos en un momento histórico peligroso donde las políticas fascistas ya no están al margen, sino que se encuentran en los centros de poder. Los gobiernos autoritarios, en todo el mundo, desde los Estados Unidos, pasando por Hungría, India y Argentina se están deglutiendo a la democracia con una disconformidad silenciosa y la confluencia de la cultura y la violencia para imponer formas actualizadas de políticas fascistas. No existe otro lugar más evidente que en el ataque a la educación. Las escuelas y las universidades, entendidas desde hace tiempo como espacios para el pensamiento crítico, para la cultura de la pregunta, para el desarrollo cívico, están siendo transformadas en campos de batalla ideológica, reducidas a meros apéndices de los poderes corporativos y estatales y sujetas a la violencia estatal. Cada vez más, los periodistas lo describen como una guerra, una campaña de aniquilamiento. En estos tiempos, la pregunta ya no es si importa la educación, si no si puede sobrevivir como una fuerza democrática.