Trayectorias de un lector: Sarmiento y la enseñanza de la lectura
Resumen
En el programa educativo de Sarmiento, sintetizado en Educación popular (1849), aunque presente en buena parte de toda su obra, la lectura asume un rol protagónico, tanto como ejercicio cognitivo, plausible de ser enseñado metódica y sistemáticamente, como en relación con la formación de lectores, la distribución y difusión del material apropiado para convertir esta práctica –considerada, hasta entonces, privilegio de pocos- en una política de acción social y educativa tendiente a formar ciudadanos. Vale la pena, entonces, atender al itinerario seguido por Sarmiento, lector autodidacta y furtivo, quien desde su iniciación en ella, manifiesta una voluntad de enseñanza sostenida a lo largo de su vida y acompaña con una serie de emprendimientos, métodos y políticas tendientes a su difusión. Desde las primeras publicaciones en 1839 hasta sus últimas conferencias, valora la lectura como uno de los más eficaces medios para instruir a hombres, mujeres y niños, para acercarlos al conocimiento de sus derechos de ciudadanía pero también, para incentivar en ellos la formación de un gusto estético y recreativo. El Método de Lectura Gradual (1842), el estudio y comparación con sistemas europeos y norteamericanos presentes en Educación Popular, y la defensa de las bibliotecas populares como centro de civilización, son tres núcleos a partir de los que este artículo se propone analizar el lugar de la lectura en el proyecto educativo sarmientino, sus alcances y su permanente actualidad.
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