Desde los primeros años de la infancia ‒transcurrida en la pampa argentina‒, William Henry Hudson (1841-1922) entabló un contacto profundo con la naturaleza, especialmente con los pájaros. En 1871 tuvo la oportunidad de conocer otro espacio argentino, la Patagonia, que se presentó ante sus ojos con las características de lo bello y, especialmente, de lo sublime. Días de ocio en la Patagonia (1893) es la narración de esa experiencia transcendental, escrita a partir de las anotaciones realizadas en su diario de naturalista, que se ve acompañada por una amplia descripción de la fauna y de la flora del lugar, así como por sus reflexiones en torno a los conceptos de placer, gusto o animismo.

Ara, Guillermo. “Introducción a Hudson.” Cursos y conferencias, año XXVI, septiembre de 1957, pp. 203-222.

Arocena, Felipe. De Quilmes a Hyde Park. Las fronteras culturales en la vida y la obra de W. H. Hudson. Buenos Aires Books, 2009.

Eco, Umberto. Historia de la belleza. Traducido por María Pons Irazazábal, Lumen, 2008.

Hudson, William Henry. Allá lejos y tiempo atrás. Traducido por Miguel Temprano García, Acantilado, 2004.

Hudson, William Henry. Días de ocio en la Patagonia. Diario de un naturalista (1893). Traducido por J. Hubert, Ediciones Continente, 2007.

Kant, Immanuel. Lo bello y lo sublime; La paz perpetua. Traducido por A. Sánchez Rivero y F. Rivera Pastor, Espasa-Calpe, 1972.

Solari, Herminia. “Guillermo Enrique Hudson: naturaleza y religión.” Anales de la Universidad Metropolitana, vol. 8, n.º 1, 2008, pp. 15-26.