• Inicio
• Acerca de
• Iniciar sesión
• Categorías
• Buscar
• Actual
• Archivos
• Avisos
• Estadísticas

Inicio > Núm. 21 (2025) > Koc Muñoz

Pasado Abierto. Revista del CEHis. Nº21. Mar del Plata. Enero-junio de 2025.

ISSN Nº2451-6961. http://fh.mdp.edu.ar/revistas/index.php/pasadoabierto

                                                           

Educación técnica, movimiento estudiantil y universidad. Una reconstrucción del estado actual de la discusión en torno a la Universidad Obrera Nacional

Sebastián Koc Muñoz

Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales, Universidad Nacional de La Plata, Consejo Nacional de Investigación Científico y Técnica, Argentina

sebastiankoc84@gmail.com

Recibido:        04/02/2025

Aceptado:        21/04/2025

ARK CAICYT: https://id.caicyt.gov.ar/ark:/s24516961/m3pr2te15

Resumen

Este trabajo tiene como objetivo presentar el estado actual de la discusión en torno a la Universidad Obrera Nacional (UON), buscando establecer cuáles fueron los principales avances en los últimos años. En principio, reseñaremos aquellos estudios que inauguraron la pregunta sobre la educación técnica en Argentina durante el primer peronismo, y que incluyen a la universidad antes mencionada. Pasaremos luego a describir aquellos trabajos que se focalizaron en el movimiento estudiantil de las diferentes facultades regionales de la UON. Finalmente, expondremos aquellos trabajos que se centraron en el análisis institucional, describiendo sus características principales y sus transformaciones a través del tiempo. A modo de hipótesis, sostenemos que el conjunto de estos estudios expresa una creciente especialización sobre los diversos aspectos institucionales de la UON, producto del hallazgo de nuevas fuentes documentales en 2018.

Palabras clave: universidad obrera, educación técnica, movimiento estudiantil, historia de la universidad

Technical education, student movement and university. A reconstruction of the current state of the discussion around the National Workers' University

Abstract

The objective of this paper is to present the current state of the debate surrounding the National Workers' University (UON), seeking to establish the main advances in recent years. Initially, we will review the studies that inaugurated the question of technical education in Argentina during the early Peronist period and that include the aforementioned university. We will then describe the works that focused on the student movement in the different regional faculties of the UON. Finally, we will present the works that focused on institutional analysis, describing their main characteristics and transformations over time. As a hypothesis, we maintain that these studies reflect a growing specialization in the various institutional aspects of the UON, a result of the discovery of new documentary sources in 2018.

Keywords: worker’s university, technical education, student movement, history of the university

---

Educación técnica, movimiento estudiantil y universidad. Una reconstrucción del estado actual de la discusión en torno a la Universidad Obrera Nacional^[1]

Introducción

A partir de la década del setenta las políticas de ampliación del sistema de educación técnica desarrolladas durante el primer gobierno peronista, que se materializaron en la creación de la Comisión Nacional de Aprendizaje y Orientación Profesional^[2] (CNAOP) y de la Universidad Obrera Nacional (UON) dependiente de aquella, comenzaron a ser objeto de diferentes estudios. En términos generales, podemos afirmar que los primeros trabajos se inscriben dentro de una reflexión más general sobre las trasformaciones del sistema educativo argentino devenidas con la irrupción del peronismo en la vida política argentina. En este sentido, la mayoría de esos escritos abordan a la UON de manera tangencial, en el marco de estudios más generales sobre educación. Sin embargo, y más específicamente a partir de la década del noventa, la producción historiográfica comenzó a acrecentarse de manera más acelerada, conformándose así un importante acervo bibliográfico que el presente trabajo tiene por objetivo analizar.

En términos generales, podemos distinguir tres grandes líneas que ordenan estos diversos trabajos. La primera está constituida por aquellos estudios que analizan la finalidad subyacente de las propuestas de diversificación del sistema educativo que incorporaban modalidades técnicas durante el primer peronismo y que incluyen a la UON. La segunda línea está compuesta por los estudios sobre el movimiento estudiantil de las distintas facultades regionales de aquella universidad. La tercera está conformada por aquellos trabajos que centraron su atención específicamente en la UON como un establecimiento de estudios técnicos superiores y cuya lógica institucional estuvo atravesada por el accionar de diversos actores en determinados contextos históricos.

Sobre la base de diferentes estudios que analizan la producción bibliográfica en torno al peronismo en general (Malet, 2007; Palacio, 2010), y a la educación durante aquel gobierno en particular (Perrupato, 2012; Petitti, 2012), podemos afirmar que uno de los principales problemas a nivel historiográfico es la escasez de fuentes escritas de la época. Producto de la destrucción generalizada de documentación decretada por la autodenominada “Revolución Libertadora”, una importante cantidad de material bibliográfico fue incinerado, lo que dificulta la tarea de los investigadores hasta el día de hoy (Cucuzza, 1996). Solo algunos materiales que fueron preservados en archivos personales o en la Biblioteca Reservada Peronista del Congreso Nacional, permiten el estudio detallado de las dependencias estatales que funcionaron durante el periodo histórico señalado.

En efecto, el presente artículo tiene como objetivo central presentar el estado actual de la discusión en torno a la UON, buscando establecer cuál es la tendencia general que atraviesa a dicho acervo bibliográfico. A modo de hipótesis, sostenemos que el conjunto de estos trabajos expresa una creciente especialización sobre diversos aspectos de la universidad, producto del hallazgo de nuevas fuentes documentales que permitieron a los diferentes investigadores realizar estudios más detallados. En este sentido, resultó fundamental el aporte realizado por el ex estudiante de la UNO, Víctor Vilella en 2018, al poner a disposición de la comunidad científica documentación inédita sobre esta casa de estudios técnicos superiores.

Por último, resta señalar que el trabajo que se presenta a continuación fue realizado en base al análisis documental o “documentación” (Valles, 1999) de las diferentes fuentes secundarias que, en mayor o menor medida, trabajan diferentes aspectos de la UON.

Los trabajos sobre la educación técnica durante el primer gobierno peronista

Los estudios sobre la UON incluidos en esta línea de trabajo se inscriben en una discusión de carácter más general que atraviesa todo el campo de la educación y sobre el cual se estructuró el campo de la historia de la educación en Argentina. En este sentido, Cecilia Braslavsky (1985) señala que los sistemas de educación formal son redes institucionales extendidas a lo largo de todo mundo y son, al mismo tiempo, uno de los sistemas sobre cuya función social existe menos consenso. Mientras que para algunos representan el paradigma de las transformaciones sociales para otros son, en cambio, el paradigma de los mecanismos de la reproducción de un orden social cuyo centro es la dominación de determinados grupos, sectores o clases sociales sobre otros.

Sobre la base de este esquema conceptual, las políticas de ampliación e implementación del sistema de educación técnica oficial entre 1944 y 1955 fueron analizadas por diversos autores. En rigor, desde una perspectiva analítica e histórica pueden rastrearse dos grandes tendencias historiográficas que polarizan este debate. Tenemos, por un lado, la tendencia a la que podríamos denominar “discriminadora/desviacionista” que parte de considerar que todo intento de modificación del currículum clásico humanista es esencialmente discriminador. La diversificación del sistema educativo aparece aquí como una estrategia política de las élites dirigentes cuya finalidad sería “desviar” a los sectores sociales que buscan ascender socialmente a través del acceso a la universidad, para así mantener el monopolio de los saberes socialmente válidos para el ejercicio del poder político. Por otro lado, una segunda tendencia historiográfica, a la que podríamos denominar “democratizadora”, enfatiza la potencialidad de las políticas educativas mencionadas para impulsar la promoción social de los actores involucrados. La vinculación educación-trabajo y las propuestas de diversificación del sistema responderían, desde esta mirada, a las demandas de los sectores sociales no incluidos hasta el momento.

Dentro de la primera tendencia historiográfica señalada, podemos situar el trabajo de Wiñar (1970). El autor parte de considerar que la creación de la CNAOP respondió a la necesidad de formación de una mano de obra industrial, capaz de desempeñarse eficientemente en las distintas fábricas. No obstante, centra su atención en las connotaciones ligadas a esas motivaciones de índole económica. En este marco, sostiene que se relacionan con las necesidades del proceso populista: la promoción social, económica y política de los sectores populares, que se convierten en consumidores y productores de primer orden en una economía basada en la ampliación del mercado interno. La educación adquiere aquí un carácter fundamental, ensanchando el horizonte de las demandas de las clases populares y como canal de redistribución del ingreso a través de la preparación y calificación de la fuerza de trabajo.

Asimismo, Wiñar advierte que ni las demandas empresariales ni las obreras jugaron un papel central en la constitución de la CNAOP durante el primer peronismo. En rigor, el autor sostiene que esta política educativa fue gestada por lo que denomina como una “tecnocracia educacional del gobierno”, con el objetivo de estimular la promoción social de los sectores populares para, de esta manera, lograr consenso en torno al proyecto de industrialización propiciado desde el Estado.

En relación con la UON, Wiñar destaca que en la creación de esta institución habrían confluido tanto las demandas gremiales por educación técnica superior como la presión ejercida por parte de padres y alumnos para extender el acceso de la enseñanza hasta el nivel universitario. En efecto, la UON sería el producto de un proceso en el cual los actores, frente a una propuesta oficial que buscaba generar consenso para su proceso de industrialización, lograron transformar las condiciones inicialmente planteadas, consolidando así un circuito educativo diferencial cuyos beneficiarios fueron los sectores más desfavorecidos de la sociedad.

Dentro de esta misma línea, Tedesco (1980) sostiene que las propuestas de diversificación del sistema educativo argentino a lo largo de su historia fueron de carácter discriminatorio, y respondieron a una política reproductora y diferenciadora. Su tesis principal es que el sistema educativo nacional tuvo un carácter más político que económico, ya que las necesidades técnicas de la incipiente industria argentina eran cubiertas por personal extranjero. En este sentido, las sucesivas tentativas de reformas planteadas en las primeras décadas darían cuenta de esta situación. A través de distintos proyectos de diferenciación de la enseñanza media y posprimaria, basados en la creación de circuitos profesionales y técnicos de carácter terminal, se buscaba desviar a los sectores sociales en ascenso del acceso a la universidad.

El autor sostiene que los motivos por los cuales la CNAOP canalizó el crecimiento de la matricula educativa son de diversa índole y atañen tanto a motivaciones de orden político-social como a factores vinculados con el ajuste a necesidades concretas de la producción. Entre los primeros, menciona la necesidad de articular alguna forma de canalización del acceso de sectores populares a la educación por vías diferentes a las utilizadas por las capas medias. Entre los segundos, señala que las instancias abiertas por la CNAOP cubrían una amplia gama de calificación en diferentes niveles de la producción y que, además, en todas ellas se daba una mayor vinculación entre enseñanza y trabajo que la ofrecida por el sistema tradicional (Tedesco, 1977). Asimismo, resalta la existencia de dos periodos en el desarrollo del circuito educativo de la CNAOP. El primero, desde su creación en 1944 hasta 1950 aproximadamente, se centró en la formación de operarios medios con estudios terminales de corta duración y en la articulación con el trabajo. El segundo período marca la dilución de estos rasgos, la equiparación de este circuito con el de la enseñanza técnica tradicional y la tendencia a incrementar la duración de los estudios, siendo que la UON correspondería a esta etapa. No obstante, las explicaciones economicistas no pueden dar cuenta de la expansión de la educación técnica debido a que los requerimientos de la producción durante la primera etapa no exigían la capacitación masiva de mano de obra, y menos aún la capacitación del tipo que ofrecía esa universidad. En rigor, la baja complejidad tecnológica no constituía un estímulo al desarrollo de la enseñanza técnica debido a los escasos requerimientos de calificación y, durante la segunda etapa, tampoco lo fue debido al número escaso de personal que podía ocupar. En suma, el grado de complejidad tecnológica no sería una variable suficiente para explicar las alternativas en la dinámica del crecimiento de la enseñanza técnica (Tedesco, 1980).

Cuando las causas económicas no son lo suficientemente explicativas para comprender este cambio en la orientación de la CNAOP, debe recurrirse a las de orden político-social. En este sentido, Tedesco sostiene que existe una constante en la historia de la educación argentina: ningún grupo social en ascenso admite modalidades educativas que por su carácter terminal no habiliten para estudios posteriores. Cuando ello ocurre, la presión para que esas vías continúen hasta los niveles más altos suele ser intensa y, en este caso, se expresó tanto a través de la creación de una instancia específica de tipo terciario (la UON) destinada a permitir el pasaje de los egresados de la CNAOP al nivel universitario, como en la progresiva pérdida de las características originales del proyecto (Tedesco, 1977).

Siguiendo esta línea interpretativa se encuentra el trabajo de Plotkin (1993). El autor sostiene que, a pesar de que el discurso oficial enfatizaba el carácter esencialmente democrático del sistema de educación técnica, nunca estuvo realmente integrado a las otras partes componentes del sistema educativo. En este sentido, los establecimientos dependientes de la CNAOP constituían un circuito educativo paralelo cuya finalidad era proporcionar educación práctica a jóvenes provenientes de sectores obreros, por fuera del sistema tradicional. Los alumnos matriculados en estas escuelas podían luego asistir a la UON pero, a efectos prácticos, tenían cerradas las puertas de las escuelas secundarias regulares y mucho más las de las universidades. En efecto, Plotkin señala que la oposición parlamentaria representada por los diputados de la Unión Cívica Radical estaba en lo cierto al destacar el carácter reaccionario de un sistema educativo que seguía claras líneas de clase y asevera que, si bien es cierto que Perón amplió el acceso a la educación superior, también es cierto que “en alguna medida logró lo que los gobiernos conservadores antes que él habían intentado sin éxito: crear un sistema de educación técnica para la clase obrera sin conexiones con el sistema educativo regular” (Plotkin, 1993: 155).

La segunda línea historiográfica está inscripta en la denominada interpretación “no rupturista” o “revisionista” (Matsushita, 1986) en torno a los orígenes del peronismo, representada principalmente por Murmis y Portantiero (1971) quienes sostienen, a diferencia de Germani (1971), que los obreros tradicionales –pertenecientes a la denominada “vieja guardia sindical” (Torre, 1990)– jugaron un papel preponderante en la formación del movimiento peronista. En este sentido, la participación conjunta de nuevos y viejos sindicalistas implicó un proyecto social de cierto alcance que tenía como elemento central la continuidad programática de reivindicaciones previas de las instituciones obreras, del mismo modo que la posibilidad de participación obrera en una alianza policlasista era ya una tendencia de importantes antecedentes en el sindicalismo anterior al peronismo.

En este sentido, el trabajo de Pineau (1991) analiza las demandas de la clase obrera en relación con la educación técnica, sobre la base una periodización dividida en tres etapas. En el primer periodo, comprendido entre principios del siglo XX y finales de la década del treinta, se produce el montaje de un complejo sistema de capacitación paralelo al oficial, dependiente de los sindicatos que guardaban para sí esta función, dejando al Estado la responsabilidad de la educación general. Predominaron las ideas de grupos anarquistas y comunistas que veían a la educación como arma de lucha. En esta etapa, surge la propuesta de creación de la Universidad Obrera Argentina por parte de la CGT.

La segunda etapa abarca el periodo comprendido entre finales de la década del treinta y el surgimiento del peronismo. Aquí las reivindicaciones sindicales son más específicas debido a la creación de la CNAOP. Los gremios demandaban la instalación de institutos en el marco de esa entidad, en especial escuelas-fábricas. El Estado, al optar por una vía consensual, desarrolló un proceso de incorporación de las reivindicaciones del movimiento obrero a su discurso. A su vez, el aumento de la industrialización se tradujo en nuevas necesidades de capacitación y el movimiento obrero se vio obligado a recurrir al Estado para conseguir la capacitación necesaria. En este contexto, los trabajadores empezaron a participar de mecanismos de decisión oficiales, como por ejemplo, el órgano de dirección de la CNAOP, instituyéndose la UON como cumbre de ese circuito educativo.

La última etapa comprende el periodo que va de 1955 hasta 1968, en el que se produjo el avance de visiones desarrollistas que hicieron una lectura economicista del problema educacional. En este periodo, los sindicatos dejaron de reconocer al sistema de capacitación anteriormente implementado como un espacio propio y de lucha. En efecto, el autor considera que la consolidación del circuito CNAOP/UON fue producto de la lucha de los sectores obreros por acceder al saber superior, subrayando el perfil democratizador del proyecto.

En un estudio posterior Pineau (1997) reafirma las posiciones anteriormente desarrolladas y destaca el aspecto subversivo de la UON, al resaltar que la estrategia que el peronismo adoptó respecto de la educación superior se basó en una práctica de control de la universidad tradicional –entendida como foco opositor– y el desarrollo de otras formas universitarias en las que se modificara o invirtiera la matriz cultural de la universidad heredada. Al respecto, sostiene que hasta ese momento los reformistas no se habían opuesto al acceso de los sectores obreros a la universidad, pero con la condición previa de que adoptaran las mismas pautas culturales que ellos, de forma tal que su pasaje por la institución subordinara su condición de obrero a la de ser universitario. En cambio, el proyecto de la UON propone lo contrario: dar status universitario –y por tal, jerarquizar enormemente– a la condición obrera, a sus pautas y matrices culturales sin modificarlas, de forma tal de “subordinar lo universitario a lo obrero, en una alternativa subversiva entendida en clave carnavalesca” (Pineau, 1997: 222).

En un ya clásico trabajo sobre la educación técnica durante el primer peronismo Dussel y Pineau (1995) sostienen que la creación del sistema de educación técnica puede ser analizada como una de las propuestas más originales del peronismo, que se nutrió tanto de procesos políticos-culturales más amplios –lo que Sarlo (1992) denomina “saberes del pobre”– como de experiencias educativas realizadas por distintos sujetos sociales. Contra lo que ha planteado la oposición de su época y la historiografía posterior, esta creación no fue una estrategia improvisada y confusa, sino que articulaba muchas tradiciones y proyectos de peso, laborales, sindicales, políticos y pedagógicos y tenía una organicidad importante, tanto interna –entre sus distintos ciclos– como vinculados a los sujetos que pretendía incorporar. Y concluyen afirmando que, en su conjunto, “la creación de este circuito paralelo de formación técnica habría sido uno de los aspectos en que el peronismo cuestionó con mayor fuerza al orden simbólico que estructuró al sistema educativo moderno” (Dussel y Pineau, 1995: 162).

Dentro de esta segunda línea interpretativa, también podemos situar el trabajo de Mollis (1991). La autora, expone la confrontación entre los modelos universitarios de Ingeniería de la UBA y de la UON. Señala que estos diferían en torno a la función social que desempeñarían en los distintos modelos de acumulación: el de la UBA estaba ligado al modelo agroexportador, mientras que el de la UON estaba vinculado al modelo de industrialización por sustitución de importaciones. El contexto histórico signado por una política que benefició a la burguesía industrial –a través de la fuerte protección estatal a la industria nacional– y por el incremento salarial –que aumentó la capacidad de consumo del mercado interno–, otorga sentido a la doble finalidad que perseguía la UON. Por un lado, facilitar la movilidad social de obreros a través de las nuevas oportunidades educacionales, por otra parte, satisfacer los requerimientos de los sectores de la industria vinculados con la planificación gubernamental. En este sentido, la creación de cada una de las facultades regionales de la UON y las especialidades que en ellas se impartían, se ajustaban a las necesidades de las industrias asentadas dentro de sus respectivas zonas de influencia.

Debido a ello, la significación social de esta universidad fue construida por autoridades y estudiantes identificados con su modelo institucional, que representaba un espacio alternativo a la vía universitaria tradicional que excluía al estudiantado trabajador. La histórica defensa que los profesores y estudiantes de la UON asumieron durante los primeros años del gobierno militar de la “Revolución Libertadora” daría cuenta de este hecho. Asimismo, la autora señala que el cambio de nombre aparece como una estrategia que adoptó la institución para poder sobrevivir en un escenario político adverso: resultaba prioritario desvincularse del proyecto peronista. En suma, durante aquel gobierno castrense, la lucha por la continuidad de los estudios, por la jerarquización del título y por la autonomía universitaria pusieron de relieve la importante función social que cumplía la UON (Mollis, 1991).

Asimismo, Somoza Rodríguez (1997), en un artículo en el que contrapone la perspectiva de Puiggrós y Bernetti (1993) por un lado, y la de Plotkin (1993) por el otro, sostiene que el proyecto político-educativo del peronismo modificó en un sentido favorable las condiciones de vida de vastos sectores sociales argentinos. Desde estas nuevas circunstancias, el gobierno se propuso fundar la identidad social de aquellos sectores de la población, es decir, procuró una verdadera re-socialización con el objeto de transformar los modos de percibir, de actuar y de sentir de los agentes sociales. De este modo, el autor llega a la conclusión de que, mediante el circuito de educación técnica dirigido por la CNAOP y cuyo punto culmine era la UON, el peronismo estableció una segmentación educativa positiva (Somoza Rodríguez, 1997). En un trabajo posterior (Somoza Rodríguez, 2006), señala que aquel gobierno –a través de la reforma del sistema educativo– se propuso, y en parte logró, una cierta “subversión cognitiva”, es decir, una “conversión de la visión del mundo” a través de un intenso accionar pedagógico (en sentido amplio) que transformó una parte del imaginario colectivo tradicional, constituido sobre la base de los principios del liberalismo y del positivismo.

Por último, y dentro de esta segunda línea, Pronko (2003) analiza la participación de los empresarios en la constitución de la CNAOP. La autora señala que en 1944 la Unión Industrial Argentina (UIA) presentó un proyecto al Poder Ejecutivo Nacional que tenía como fundamento principal la racionalización de la producción, para ampliar la edad de los jóvenes habilitados para trabajar (en tiempo completo a partir de los 14 años), así como la cantidad de horas de la jornada de trabajo (hasta 8 horas diarias o 48 semanales), fijando el piso salarial y determinando la entrega de un certificado de competencia para quienes terminaran el periodo de aprendizaje. Sin embargo, se impuso el proyecto presentado por la recientemente creada Secretaría de Trabajo y Previsión (STP) a cargo del coronel Perón y que tenía como principal premisa que el aprendiz era un menor de edad y, por lo tanto, debía estar bajo el amparo del Estado. Finalmente, el 3 de junio de 1944, el Poder Ejecutivo dictó el decreto 14538 tomando en calidad de texto base y de modo manifiesto el anteproyecto de la STP.

Frente a la resistencia que desarrolló el empresariado, sobresalió el entusiasmo de los sindicatos obreros frente a dicha iniciativa. Inclusive, antes de la promulgación del decreto, la Confederación General del Trabajo (CGT) apoyó la tarea llevada adelante por la Secretaría. Como resultado, por un lado, de las presiones de la UIA, y por otro, del apoyo de los sindicatos obreros, el Poder Ejecutivo Nacional firmó un nuevo decreto –el 6648 del 24 de marzo de 1945– modificando varios artículos del anterior, pero sin cambiar la orientación general dada a la cuestión. El costo y la extensión del impuesto al aprendizaje era el eje central del reclamo industrial. Alegaban que muchos empresarios mantenían sus propias “escuelas” de aprendizaje y que el sistema propuesto, con sus organismos autárquicos y su burocracia, resultaba inútilmente oneroso para los industriales. En efecto, Pronko afirma que la constitución de la CNAOP fue el resultado de la intervención del Estado en el conflicto de intereses entre el capital y el trabajo, donde prevalecieron los intereses del segundo por sobre los del primero y que le costó al peronismo, entre otros factores, un abierto enfrentamiento con los empresarios nucleados en la UIA (Pronko, 2003).

Por último, y con respecto a la UON, la autora destaca que la creación de esta institución respondía, en parte, al enfrentamiento que Perón sostuvo durante sus años al frente del Poder Ejecutivo con la universidad reformista. Al analizar los considerandos del decreto que reglamentó la organización y funcionamiento de la casa de estudios, concluye que “una vez más, la originalidad de la propuesta, su carácter democratizador –que incluía el componente de la justicia social– y la supervaloración de ‘lo nacional’ son elementos que, asociados a la doctrina justicialista, la caracterizan” (Pronko, 2003: 170).

Los estudios centrados en el movimiento estudiantil de la UNO

Existe un importante caudal bibliográfico en torno al movimiento estudiantil de las distintas universidades durante el peronismo y posperonismo (Almaraz, Corchon, y Zemborain, 2001; Berdichevsky, Doria e Inglese, 1965; Califa, 2014; Ceballos, 1985; Ferrero, 2008; Kleiner, 1964; Magnone y Warley, 1984; Neiburg, 1998; Pis Diez, 2018; Rein, 1999). Sin embargo, solamente una exigua cantidad se centró en analizar lo acontecido con el movimiento estudiantil de la UON.

El primero de esos trabajos es el realizado por Novelli (1986). Esta tesis de grado se centra en el estudio del movimiento estudiantil de la Facultad Regional Rosario (FRR) de la UON en el periodo 1953-59, y en la lucha que sostuvo a partir de 1955 por la autonomía universitaria y jerarquización del título. Según la autora, la UON fue una institución que ya estaba contenida en las demandas del movimiento reformista, pero que el peronismo redujo a una institución con “un tinte demagógico”. En cuanto al movimiento estudiantil de la FRR, sostiene que el clima de inseguridad y de opresión que se vivió durante los años del segundo gobierno de Perón “en los cuales el derecho a opinar era privativo de los valientes y temerarios” no representó un obstáculo para “los estudiantes que no justificaron la persecución indiscriminada de los que no compartían los postulados peronistas. La delación, la irregularidad en los nombramientos, las amenazas permanentes formaron parte de la vida estudiantil” (Novelli, 1986: 30). Esta situación se modificaría radicalmente a partir del golpe de 1955, en el marco de la lucha de los estudiantes de la UON. Según la autora, gracias a la lucha llevada adelante por los alumnos y profesores de esta casa de estudios se sancionó la ley de “creación de la Universidad Tecnológica Nacional”, mediante la cual la ex UON adquiría una “real categoría universitaria” (Novelli, 1986: 29).

Asimismo, el trabajo de Dussel (1990) se centra en la comparación de los movimientos estudiantiles de ingeniería de la UBA y de la UON/UTN y de los modelos de Ingeniería sostenidos por cada una de estas instituciones. La autora busca establecer en qué medida la UON fue una universidad obrera y si constituyó o no una opción educativa democratizadora para la clase trabajadora. Para ello, construye dos periodos entre 1953 y 1966 en torno a la composición social del estudiantado. En el inicial, de 1953 a 1959 (año de la desaparición de la CNAOP y de la jerarquización de la UON), la presencia obrera habría sido significativa, aunque nunca excluyente de otros orígenes. Datos de 1959 muestran que la composición de la UON incluía un 30% de egresados del segundo ciclo de la CNAOP y un 70% que lo había hecho de las escuelas industriales. Es decir que la inclusión de otros grupos sociales no exclusivamente obreros fue paralela a la apertura de la institución y que solo se incluyó a una pequeña porción de los hasta entonces excluidos del sistema educativo tradicional. A partir de aquel año, en el que la universidad fue incluida en la reglamentación sobre universidades nacionales, esa tendencia se habría profundizado. En rigor, la UON no contuvo a grandes contingentes de obreros, ni parece haberse caracterizado por incluir a sectores hasta entonces excluidos del sistema educativo (Dussel, 1990). En consecuencia, si bien la democratización educativa durante el peronismo no se produjo sustancialmente en torno a la inclusión masiva de sectores excluidos del sistema educativo y, por lo tanto, desde un plano cuantitativo, sí lo hizo desde un plano cualitativo. En este sentido, la centralidad de los obreros en el discurso peronista va a dar una nueva significación al hecho de por sí importante de tener obreros como educadores y educandos. Por lo tanto, lo “novedoso” o lo “herético” que implicó el proyecto de UON fue su cuestionamiento a la relación saber-poder establecida hasta entonces, con eje en las estructuras académicas tradicionales y cerradas al acceso de los sectores populares (Dussel, 1990).

La tesis de maestría de Facio (2014) tiene como eje central el análisis de la “significación social” que tuvo la UON para los estudiantes de la Facultad Regional Avellaneda (FRA) quienes, ante el derrocamiento del gobierno peronista, se organizaron para defenderla y preservarla, promoviendo el inicio de un proceso de jerarquización que se expresó en la creación de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) en 1959.

Según la autora, la fundación de la UON fue uno de los medios con que Perón consolidó su vínculo político con el movimiento obrero por haber materializado principalmente las iniciativas educativas de las primeras organizaciones gremiales. A su vez, aquella impronta de promoción social y ascenso económico que tuvieron los proyectos de la dirigencia obrera, coincidieron con el programa de ciudadanía social que caracterizó al peronismo. La UON formó parte de la denominada “Nueva Argentina” y, por tales motivos, no escapó a las duras críticas “clasistas” de los opositores más acérrimos de aquel gobierno, como las corporaciones empresariales y la comunidad universitaria tradicional.

Asimismo, Facio destaca que –luego del golpe de Estado a Perón– los estudiantes de la UON debieron organizarse, constituyendo una agrupación diferente a las del reformismo humanista de las clásicas universidades nacionales. Los que integraron este movimiento estudiantil en su mayoría se encontraban politizados, pero sin profesar una política partidaria definida. Aquellos que solo pudieron pensar al peronismo como un “régimen” autoritario y demagógico buscaron resignificar a su universidad y convertirla en su bandera de lucha. Deseando conservar su casa de estudios, principalmente se propusieron jerarquizarla, dando a conocer a la comunidad su novedoso proyecto educativo e incorporando las diversas propuestas de cambio que le acercaron las nuevas autoridades para adecuar la institución a los nuevos y adversos tiempos, con el fin de conseguir la continuidad de su funcionamiento. Esta lucha estudiantil tuvo como consecuencia no solo evitar el cierre de su casa de estudios sino, además, hacer que el prejuicio antiperonista que pesaba sobre ella fuera desestimado.

En efecto, la “significación social” que los estudiantes en torno a la UON construyeron de a su universidad es central en el esquema interpretativo de la autora para comprender la férrea resistencia y la unidad del movimiento estudiantil luego del golpe de Estado de 1955, a pesar de las diferentes filiaciones políticas de los educandos (Facio, 2014).

Dentro de los trabajos que abordan al movimiento estudiantil de la UON, la tesina de licenciatura de Rodríguez (2020) releva el protagonismo del movimiento estudiantil de la Facultad Regional La Plata (FRLP) en el período 1955-1958, en el contexto de la lucha por la “autonomía y jerarquización” de la UON. Este estudio describe y analiza la influencia que tuvo este proceso histórico en la conformación del incipiente movimiento estudiantil de dicha Regional, destacando las características organizativas que adquirió. En este sentido, señala que el alumnado platense tuvo protagonismo incluso en la fundación de aquella facultad: fueron los técnicos de la zona industrial de Berisso y Ensenada quienes demandaron constantemente para que la misma fuera organizada. Durante este primer período, el estudiantado platense fue muy reducido y estuvo compuesto de trabajadores que, por esa condición, no habían podido ingresar a la Universidad Nacional de La Plata. La UON les brindó la posibilidad de cursar estudios superiores a través de sus cursos vespertinos. Luego del golpe de Estado de 1955, los estudiantes de la FRLP constituyeron su primer Centro de estudiantes, a partir del cual organizaron las primeras medidas de protestas y de propaganda en la ciudad de La Plata con la finalidad de resistir el cierre de la institución en un primer momento, y de luchar por la jerarquización, el cambio de nombre y la autonomía, en un segundo momento. Al igual que Facio para el caso de Avellaneda, Rodríguez advierte que el estudiantado tecnológico platense parecía no identificarse con el peronismo, sino más bien todo lo contrario.

Por último, resta reseñar los trabajos de Koc Muñoz (2021a y 2023) sobre el movimiento estudiantil de la UON y su participación en el proceso mediante el cual la universidad creada por el peronismo se transformó en la UTN. En el primero de los artículos, el autor destaca que, durante los años de funcionamiento de la UNO, bajo el gobierno peronista, funcionó una organización estudiantil identificada con el peronismo denominada “Federación Argentina de Estudiantes de la Universidad Obrera” (FADEUO). Sobre la base de diversas entrevistas a quienes formaron parte de esa agrupación y de diversas nuevas fuentes disponibles, Koc Muñoz destaca que aquella entidad se caracterizaba por tener una fuerte impronta sindical y por un cercano vínculo político con las autoridades de la casa de estudios. Asimismo, resalta que no fue una organización creada desde la esfera estatal para disputarle espacios políticos al movimiento estudiantil reformista, sino una entidad creada por iniciativa de los propios estudiantes de la UON que simpatizaban con el peronismo. Por último, la FADEUO constituyó un perfil político fuertemente centrado en el culto y glorificación de la figura de Perón, sus obras de gobierno y en la difusión de la Doctrina Nacional Peronista.

El segundo trabajo analiza el proceso mediante el cual la FADEUO queda disuelta luego del triunfo del golpe de Estado a Perón y la Federación Universitaria Tecnológica (FUT) pasa a transformarse en la entidad representativa del estudiantado de la UON. En este sentido, Koc Muñoz señala que la “Revolución Libertadora” abrió paso a una nueva vanguardia estudiantil cuyas ideas eran afines al reformismo universitario. Con la finalidad de defender la continuidad de la UON en un contexto de abierta “desperonización” de la sociedad, los alumnos de la universidad se organizaron en una entidad a la que denominaron “Junta General Provisional de Estudiantes de la UTN” para reclamar la autonomía de la universidad respecto de la CNAOP, la jerarquización del título de grado que eventualmente expediría la UON y la modificación de la denominación oficial de la institución por el de “Universidad Tecnológica Nacional”. Con posterioridad a la sanción de la ley 14885/59, que consagraba las reivindicaciones arriba señaladas, los estudiantes dieron por concluido el proceso que denominaron como “la lucha por la autonomía y jerarquización” y dejaron de nuclearse en la Junta Provisional General para hacerlo de manera definitiva en la FUT (Koc Muñoz, 2023).

En suma, los trabajos de Koc Muñoz buscan analizar desde una perspectiva integral al movimiento estudiantil de la UON, a diferencia de los trabajos anteriormente reseñados que focalizan su atención en lo acontecido al interior de las distintas facultades regionales, como la de Avellaneda, La Plata, Rosario o Buenos Aires. Estos nuevos estudios fueron posibles gracias a las fuentes documentales de la FADEUO y la FUT proporcionadas por el ex estudiante e integrante del estudiantado tecnológico, el ingeniero Víctor Vilella.

Los trabajos focalizados en el análisis de la institución

El primero de los trabajos que integran esta línea es el de Álvarez de Tomassone (2000), quien destaca que en la creación de la UON confluyeron motivaciones sociales y económico-políticas. Sociales, en tanto se hizo eco de las inquietudes de gremios y sindicatos y ofreció a sectores hasta entonces desplazados del ámbito universitario una posibilidad de acceso a la educación superior, y económico-políticas porque se propuso formar una clase de ingenieros experimentados en la práctica laboral que fueran útiles a los planes de desarrollo industrial del gobierno. En el balance final de los móviles que explican el nacimiento de UON señala que, aunque las razones económicas operan como fundamentos de valor, son las de orden social y político las que primaron y acabaron trascendiendo aspiraciones de otra índole. Según la autora, los intentos diversificadores y pragmáticos en la educación argentina fracasaron por carencia de una base social de apoyo; en esta época, dicha base social se expandió y pasó a ser la columna vertebral de un movimiento que, además, estaba interesado en el crecimiento industrial. Asimismo, sostiene que el nombre de “obrera” que recibió esta casa de estudios aludía concretamente al designio de capacitar al trabajador para incorporarlo al aparato productivo, buscando a su vez el consenso de las clases populares respecto del proyecto oficial y por ello fue calificado de demagógico. El título de universidad, instituto o politécnico no era una simple cuestión de palabras, cada nombre suponía expectativas diferentes. Al otorgar el carácter universitario al tercer ciclo del aprendizaje para obreros, Perón abría a sectores hasta entonces marginados nuevas expectativas y creaba la ilusión de haber conquistado un ámbito que era tradicionalmente hostil a sus proyectos. En suma, UON canalizó los anhelos de ascenso social y económico de las clases trabajadoras que encontraron en la posibilidad de obtener un título universitario una garantía de realización de aquellas aspiraciones. Su creación tuvo un significado, aunque fuera por vías paralelas, de inserción en un ámbito que era francamente adverso: la universidad (Álvarez de Tomassone, 2000).

La irrupción de la “Revolución Libertadora” desplegó un nuevo periodo en la historia institucional. En este sentido, Álvarez de Tomassone destaca que la UON debió dejar atrás las circunstancias de su creación y evitar las posibles consecuencias de los vínculos que la identificaban con el llamado “régimen depuesto”. La adopción de esta estrategia tenía por finalidad que la UON sobreviviera a una dictadura de abierta represión a todo aquello identificado con el peronismo. En este contexto, los integrantes de la institución demandaron su reestructuración y cambio de nombre como la principal vía para conservar y legitimar su jerarquía universitaria. La equiparación formal con las demás universidades fue el eje de los reclamos del activo movimiento estudiantil tecnológico y, a la vez, el motivo por el que diversos sectores reiteraron los embates contra la institución. Asimismo, la autora resalta que –durante el gobierno constitucional de Frondizi– el Congreso se hizo eco de los reclamos de la juventud trabajadora que hallaba en las aulas y talleres de la UON una alternativa de perfeccionamiento. Los radicales, populares e intransigentes, apoyaron con generalizada vehemencia la reestructuración de aquella casa de estudios que habían fustigado en 1948. Los defectos antes denunciados se olvidaron o consideraron subsanados y la función de la institución respecto del proceso de desarrollo industrial de la Nación fue ampliamente revalorizada. En el marco de este contexto político, caracterizado por la proscripción del peronismo, se sancionó la ley de autarquía de la UON que oficialmente pasaba a denominarse “Universidad Tecnológica Nacional” (Álvarez de Tomassone, 2000).

El trabajo de Nápoli (2004), por su parte, ofrece una caracterización de la UON en torno a múltiples consideraciones. En primer lugar, es definida como la culminación y consolidación de una amplitud formal de cobertura para la educación técnica en todos sus niveles, orientada a los fines del modelo peronista de la “Nueva Argentina”. Además, es la institución en la que convergen y se conjugan “el saber acreditado institucionalmente” y “el saber experiencial adquirido fuera de los claustros universitarios”, que instaura, asimismo, “una nueva valoración de la relación entre educación universitaria y el mundo del trabajo” (Nápoli, 2004: 145). En este sentido, sostiene que la UON implementó un proyecto curricular con una marcada impronta innovadora en sus fundamentos, así como en las características de implementación y seguimiento desde la institución. Dicha innovación marca la pauta distintiva en el periodo fundacional, concibiendo la formación en las disciplinas ingenieriles como una articulación necesaria en lo teórico-práctico, para una adecuada y pertinente apropiación de los saberes en la especialidad. En rigor, una de las características más disruptivas de la UON fue la conformación de un lineamiento curricular innovador en el campo de enseñanza de la ingeniería, el cual constituía una ruptura concreta respecto al modelo hegemónico que formaba ingenieros en nuestro país desde finales del siglo XIX. Por último, Nápoli sostiene que la UON planteó un modelo diferente en las formas tradicionales de hacer la política, formando nuevos cuadros políticos que suplantarían a las élites tradicionales del sistema político argentino, formadas en el campo universitario propio del liberalismo de finales del siglo XIX. En efecto, esta nueva clase dirigente se diferenciaría tanto por su matriz ideológica como por su origen de clase. Para el autor, esta sería una de las variables que explicarían el apoyo del reformismo universitario al golpe de Estado de 1955 (Nápoli, 2004).

A lo largo de sus trabajos publicados sobre esta temática, Malatesta (2005 y 2008) resalta básicamente dos componentes innovadores de la UON. En primer lugar, las particularidades de la relación enseñanza-aprendizaje. Las diversas actividades académicas de la universidad exhibían aspectos pedagógicos que pueden caracterizarse como modernos e innovadores y llevaban a cabo una particular articulación entre la ciencia, la técnica, el trabajo y la política educacional. Entre ellos, es posible destacar que operativamente, y para atender a las condiciones propias del trabajo y de la vida de sus alumnos obreros, las clases se desarrollaban en horario vespertino. En ellas, se ponían en práctica estrategias de aprendizaje que se basaban en la pertinente complementación de la explicación, la ejercitación y la experimentación en los distintos laboratorios. De esta manera, se privilegiaba la modalidad de trabajo teórico-práctica o de seminario en contraposición a las clases magistrales propias de las universidades tradicionales (Malatesta, 2005). Según la autora, en el proceso de aprendizaje se procuraba que el futuro graduado no solo estuviese en conocimiento de los aspectos teóricos, sino muy especialmente, que fuera diestro en el taller, desarrollando su actividad profesional junto a los trabajadores y en contacto directo con los equipos y las maquinarias. Como queda de manifiesto en su faz curricular, la UON mostraba importantes aristas renovadoras de las cuestiones pedagógico-didácticas en la enseñanza universitaria. En resumen, la piedra angular sobre la que basaba toda su actividad era el “saber hacer” por sobre el “saber decir”, concepto altamente difundido por Perón en diversos discursos (Malatesta, 2005).

El segundo aspecto que subraya Malatesta como uno de los elementos innovadores de la UON es la estructura regional, que cubre un amplio espacio del territorio nacional. Esa organización de claro corte federal posibilitaba el desarrollo de los estudios en diversas ciudades del interior del país. En este sentido, la amplia cobertura de la geografía argentina trazada por el conjunto de las facultades regionales permitía la diversificación de la oferta de carreras que cada sede ofrecía a sus alumnos (Malatesta, 2005).

En un trabajo posterior (2010), Malatesta añade una nueva característica innovadora de la UON: el trabajo como valor educativo. Al respecto, la autora afirma que este periodo de la historia argentina es el que registra una mayor preocupación por vincular la educación y el trabajo. Desde esa perspectiva, se reconoce al trabajo un alto valor educativo por su complemento a los conceptos teóricos. De esta manera, y al establecerse como condición imprescindible para los alumnos de la UON encontrarse trabajando en tareas afines o relacionadas con la especialidad cursada, la instrucción de los ingenieros adquiría rasgos distintivos debido a que el trabajo tiene en sí mismo un valor educativo que complementa y perfecciona la formación académica (Malatesta, 2010).

También dentro de este conjunto de trabajos, podemos encontrar el estudio de Koc Muñoz (2021b). Su tesis doctoral concibe a la UON como el modelo universitario del peronismo. En este sentido, el autor destaca que esta institución se caracterizó por una idea de universidad que se ubicaba en las antípodas del reformismo y, en consecuencia, del resto de las universidades del país. En rigor, la UON estaba atravesada por una marcada impronta industrialista, cuya organización institucional regionalizada (con una estructura federal constituida en base a facultades divididas por región y no por ramas de conocimiento) estaba orientada a realizar una acción de perfeccionamiento técnico acorde a las necesidades de cada zona. Otro elemento diferenciador era su organización política, la cual se ubicaba en las antípodas del modelo universitario reformista y estaba definida por un gobierno universitario de obreros egresados de la Escuela Sindical de la CGT. Por último, esta universidad estaba atravesada por aspectos de marcado sesgo disciplinante, entre los que se destacan la inexistencia del principio de autonomía, la limitación de la participación política del estudiantado a través del reconocimiento de una sola organización estudiantil afín a la doctrina oficial del Estado, la inexistencia de la condición de alumno “libre” y de la participación docente y estudiantil en el gobierno de la institución, consagradas por el principio reformista de cogobierno universitario. En efecto, todas las decisiones tocantes a la UON eran tomadas por el rector, el vicerrector, los decanos y los secretarios técnicos (vicedecanos); no existía participación política por fuera de estos funcionarios quienes, a su vez, eran nombrados directamente por el Poder Ejecutivo. La ley de creación de la UON y su reglamentación extremaron los principios delineados en la ley universitaria de 1947, representando el punto más álgido dentro de la configuración universitaria operada durante el peronismo, ya que cristalizó de manera mucho más acabada lo iniciado con aquella normativa: la subordinación de la universidad al Poder Ejecutivo.

Asimismo, el autor sostiene que con posterioridad a la “Revolución Libertadora”, esta institución atravesó por un proceso de “reformización”, es decir, una serie de trasformaciones tendientes a consolidar una casa de estudios con características similares a las demás universidades. No obstante, este proceso fue solo parcial, debido a que la universidad conservó algunas de sus características institucionales originales como su sistema de enseñanza y su estructura regionalizada. En contraste, otros aspectos institucionales efectivamente se transformaron como, por ejemplo, las condiciones de ingreso, la estructura curricular de los planes de estudio, el gobierno universitario y el régimen jurídico de su organización y funcionamiento. Todo este proceso dio por resultado la consolidación de un modelo universitario “híbrido”, es decir, de un modelo institucional en el que convergían características tanto del modelo propuesto por el peronismo como del modelo universitario reformista. Este nuevo entramado institucional quedó plasmado en la ley 14885/59, mediante la cual la UON quedaba oficialmente desvinculada de la CNAOP y funcionaba dentro del régimen jurídico de autarquía universitaria bajo el nombre de Universidad Tecnológica Nacional (Koc Muñoz, 2021b).

El último de los trabajos incluidos en esta sección es el recientemente publicado libro de Bressi (2023) sobre la UON, cuyo texto es una adaptación de su tesis de doctorado defendida el año anterior. Según el autor, esta casa de altos estudios técnicos es producto de la confluencia de diversos factores y actores, entre los que se destaca la Iglesia católica que, bajo la influencia del catolicismo social, elaboró en 1919 el primer proyecto de una universidad obrera para el país.

Años más tarde, el nacionalismo católico será adoptado como la ideología central de los sectores militares que instrumentaron el golpe de Estado del 4 de junio de 1943. De acuerdo a los distintos documentos oficiales del GOU y a los diferentes discursos de Perón, los objetivos para edificar un nuevo sistema de educación superior alternativo al reformista debían ser concebidos bajo una programación de educación superior flexible y activa, que restableciera la universidad a la metafísica y rehabilitara la inteligencia del ser. En este nuevo escenario político comenzó a tomar preeminencia aquel viejo proyecto de la Iglesia católica (Bressi, 2023).

Por otra parte, Bressi señala que Perón confeccionó un modelo de crecimiento económico sustentado en la expansión industrial, en el mercado interno y en la redistribución de ingresos, con un Estado presente y activo en alcanzar la capacitación humana integral y profesional del estudiante-obrero. Las aplicaciones de estos principios, además de las políticas de gratuidad e ingreso irrestricto, fueron centrales en la confección, organización y gestión de la UON. Como consecuencia de estas decisiones políticas, el sistema de educación superior argentino experimentó un incremento de la matricula que afectaría cualitativamente a la infraestructura universitaria con el ingreso de nuevos actores sociales, que hasta ese momento no habían tenido acceso a la universidad. Asimismo, el autor destaca que el aporte más significativo de la UON al sistema de educación superior técnico fue la redefinición del concepto de “cultura popular” empleado por la universidad reformista, dentro de un sistema de educación técnico reivindicado por la Iglesia católica y acorde a las necesidades socio-industriales de la Nueva Argentina de Perón (Bressi, 2023).

Por último, Bressi sostiene que el proyecto educativo que expresaba la UON fracasó debido a la falta de participación y consenso entre los distintos actores de la vida académica, a la ausencia de una planificación de desarrollo institucional y a la fuerte descentralización de las unidades académicas. Estos factores produjeron una fragmentación institucional que se expresó en la falta de mecanismos de coordinación horizontal que colaboraran con la cimentación del proyecto y la identidad institucionales. El autor concluye señalando que la transformación de la UON en la UTN –durante el gobierno de Frondizi– desarrolló un rol estratégico en la desperonización de la clase obrera, debido a que la nueva organización institucional tenía como principal misión articular una alianza entre empresa y universidad en Argentina (Bressi, 2023).

Estas últimas dos tesis doctorales comparten como característica principal el haber sido realizadas con las nuevas fuentes disponibles sobre la UON, aportadas por el ingeniero Víctor Vilella. En este sentido, los trabajos reseñados dan cuenta de dimensiones que no fueron anteriormente estudiadas, como por ejemplo la relación existente entre la Iglesia católica argentina y el proyecto universitario de esta casa de estudios (Bressi, 2023), o los diversos aspectos disciplinantes existentes al interior de la UON (Koc Muñoz, 2021b).

A modo de cierre

A lo largo del presente trabajo efectuamos un exhaustivo relevamiento en torno a lo que consideramos que constituye el acervo bibliográfico en torno a la UON, buscando dar cuenta del estado actual de la discusión. En este racconto pudimos ordenar la extensa cantidad de estudios sobre la base de tres ejes: aquellos trabajos cuyo énfasis estuvo puesto en las políticas educativas del peronismo y que analizaron la expansión de la educación técnica durante este periodo incluida la UON; aquellos estudios que focalizaron su atención en el movimiento estudiantil de esta casa de estudios técnicos superiores y que principalmente abordaron la lucha estudiantil acontecida con posterioridad a la caída del gobierno peronista en 1955 y, en último lugar, aquellos trabajos que se abocaron a analizarla con mayor detenimiento, desde perspectivas y enfoques diferentes.

En líneas generales, podemos observar, como tendencia, que a lo largo del tiempo, los estudios buscaron abordar objetos cada vez más específicos sobre la UON: los primeros trabajos brindan una reflexión más general en torno a la política de educación técnica desplegada por el peronismo y, en consecuencia, sobre esta universidad, mientras que los estudios posteriores buscaron analizar tanto su movimiento estudiantil, como también las características institucionales y sus transformaciones a lo largo del tiempo.

Si bien puede observarse una tendencia hacia la especialización de los estudios a partir de la década del noventa, la misma no se expresó en investigaciones de largo aliento como tesis doctorales. Solo con posterioridad a 2018, y luego de que el ingeniero y ex estudiante de la UON Víctor Vilella pusiera su archivo personal a disposición de los investigadores, pudo consolidarse una producción académica que se expresó en la redacción de dos tesis doctorales y diversos artículos de aspectos hasta ese momento desconocidos sobre la UON. En este sentido, consideramos de suma importancia contar con nuevos estudios que puedan dar cuenta de las diversas dimensiones aún no exploradas, que amplíen el caudal de conocimientos sobre la única institución universitaria creada por el primer gobierno peronista.

Referencias bibliográficas

Almaraz, Roberto, Corchon, Manuel y Zemborain, Rómulo (2001). ¡Aquí FUBA! Las luchas estudiantiles en tiempos de Perón (1943-1955). Buenos Aires: Planeta.

Álvarez de Tomassone, Delia (2000). Universidad Obrera Nacional-Universidad Tecnológica Nacional. La génesis de una universidad (1948-1962). Buenos Aires: EdUTecNe.

Berdichevsky, León, Doria, Osvaldo e Inglese, Juan (1965). Universidad y estudiantes. Universidad y peronismo. Buenos Aires: Libera.

Braslavsky, Cecilia (1985). La discriminación educativa en Argentina. Buenos Aires: FLACSO-GEL.

Bressi, Hernán (2023). La Universidad Obrera Nacional. “Educar con la certeza de formar hombres buenos que sepan hacer”. Buenos Aires: UAI-Teseo.

Califa, Juan (2014). Reforma y revolución. Buenos Aires: EUDEBA.

Ceballos, Carlos (1985). Los estudiantes universitarios y la política (1955-1970). Buenos Aires: CEAL.

Cucuzza, Rubén (1996). Peronismo y educación (1943-1955): el problema historiográfico de las fuentes. Revista del Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Educación, Nº 8, pp. 41-49.

Dussel, Inés (1990). El movimiento estudiantil en el surgimiento de la Universidad Tecnológica Nacional: los casos de la UBA y la UTN (1945-1966) (Informe final de investigación). Buenos Aires: FLACSO.

Dussel, Inés y Pineau, Pablo (1995). De cuando la clase obrera entró al paraíso: la educación técnica estatal en el primer peronismo. En Puiggrós, Adriana (Dir.). Discursos pedagógicos e imaginario social durante el primer peronismo (1945-1955) (pp. 107-173). Buenos Aires: Galerna.

Facio, Mariana (2014). La Cenicienta de las Universidades. De la Universidad Obrera Nacional a la Universidad Tecnológica Nacional. El caso de la Facultad Regional Avellaneda (1943-1963). Tesis de maestría en Ciencias Sociales del Trabajo. Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires.

Ferrero, Roberto (2008). Historia crítica del movimiento estudiantil de Córdoba, tomo III (1943‐1955). Córdoba: Alción Editora.

Germani, Gino (1971). Política y sociedad en una época de transición: de la sociedad tradicional a la sociedad de masas. Buenos Aires: Paidós.

Kleiner, Bernardo (1964) Veinte años de movimiento estudiantil reformista. 1943-1963. Buenos Aires: Platina.

Koc Muñoz, Sebastián (2018). La educación técnica superior durante el primer peronismo: un balance historiográfico en torno a la Universidad Obrera Nacional. Diálogos Pedagógicos, Vol. 16, Nº 32, pp. 106-124.

Koc Muñoz, Sebastián (2021a). El movimiento estudiantil de la Universidad Obrera Nacional en Argentina: notas sobre la constitución y funcionamiento de la FADEUO en el peronismo. Espacio, tiempo y educación, Vol. 8, Nº 2, pp. 71-88.

Koc Muñoz, Sebastián (2021b). De la Universidad Obrera Nacional a la Universidad Tecnológica Nacional: organización, funcionamiento y “reformización” del modelo institucional (1948-1959). Tesis de doctorado en Ciencias de la Educación. Universidad de La Plata, La Plata.

Koc Muñoz, Sebastián (2023). Reformismo en la Universidad Obrera Nacional y en los orígenes de la Federación Universitaria Tecnológica en Argentina (1953-1959). Quinto sol, Vol. 27, Nº 2, pp. 1-20.

Magnone, Carlos y Warley, Jorge (1984). Universidad y peronismo (1946-1955). Buenos Aires: CEAL.

Malatesta, Angélica (2005). El surgimiento de la Universidad Obrera Nacional en la Argentina de fines de la década de 1940. Diálogos pedagógicos, Nº 6, pp. 22-33.

Malatesta, Angélica (2008). La etapa fundacional de la Universidad Obrera Nacional La conexión universitaria entre el aula y el trabajo. Buenos Aires: Universidad Tecnológica Nacional

Malatesta, Angélica (2010). La creación de la Universidad Obrera Nacional y la hora de la industria. La conexión universitaria entre el aula y el trabajo. Universidad de Ciencias empresariales y sociales. Córdoba: UCES.

Malet, María (2007). El peronismo y la historiografía: Una disputa en torno a su interpretación. Pasado y memoria: revista de historia contemporánea, Nº 6, pp. 213-230.

Matsushita, Hiroshi (1986). Movimiento obrero argentino 1930-1945. Buenos Aires: Hyspamerica.

Mollis, Marcela (1991). La historia de la Universidad Tecnológica Nacional: una Universidad para hombres y mujeres que trabajan. Realidad Económica, Nº 99, pp. 91- 108.

Murmis, Miguel y Portantiero, Juan Carlos (1971). Estudios sobre los orígenes del peronismo. Buenos Aires: Siglo XXI.

Nápoli, Pablo (2004). Política Educativa y Organización Académica en el período fundacional de la Universidad Tecnológica Nacional (1948-1962). Buenos Aires: EdUTecNe.

Neiburg, Federico (1998). Los intelectuales y la invención del peronismo. Buenos Aires: Alianza.

Novelli, Norma (1986). Movimientos estudiantiles en la Universidad Tecnológica Nacional (1953-1958). Tesis de licenciatura en Ciencias de la Educación. Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UCA, Rosario.

Palacio, Juan Manuel (2010). El primer peronismo en la historiografía reciente. Revista Iberoamericana, Nº 10, pp. 255-266.

Perrupato, Sebastián (2012). Historiografía y educación peronista: un estado de la cuestión sobre historia de la educación durante el primer peronismo. Revista Escuela de Historia, Vol. 11, Nº 2, pp. 1-19.

Petitti, Mara (2012). Notas en torno a los estudios sobre educación durante el primer peronismo. A contracorriente, Vol. 9, Nº 3, pp. 199-224.

Pineau, Pablo (1991). Sindicatos, Estado y Educación Técnica (1936-1968). Buenos Aires: CEAL.

Pineau, Pablo (1997). De zoológicos y carnavales: Las interpretaciones sobre la Universidad Obrera Nacional. En Cucuzza, Héctor (Dir.) Estudios de historia de la educación durante el primer peronismo (1943-1955) (pp. 205-228). Buenos Aires: Los libros del Riel.

Pis Diez, Nayla (2018). Universidad, política y radicalización en el posperonismo: el caso de la Universidad Nacional de La Plata y su movimiento estudiantil reformista (1955-1966). Tesis de doctorado en Ciencias Sociales. Universidad Nacional de La Plata, La Plata.

Plotkin, Mariano (1993). Mañana es San Perón. Propaganda, rituales políticos y educación en el régimen peronista (1946-1955). Buenos Aires: Ariel.

Pronko, Marcela (2003). Las Universidades del trabajo en Argentina y Brasil. Una historia de las propuestas de su creación. Entre el mito y el olvido. Montevideo: CINTEFOR/OIT.

Puiggrós, Adriana y Bernetti, Jorge (1993). Peronismo: cultura política y educación (1945-1955). Buenos. Aires: Galerna.

Rein, Mónica (1999). Represión versus rebelión: las universidades argentinas bajo el peronismo, 1943-1955. En Marsiske, Renata (Coord.). Movimientos estudiantiles en la historia de América Latina II (pp. 163-208). México: UNAM.

Rodríguez, Mauro (2020). La defensa de la Universidad Obrera Nacional y la conformación del movimiento estudiantil de la Facultad Regional La Plata (1955-1958). Tesis de Licenciatura en Sociología -- Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación

Sarlo, Beatriz (1992). La imaginación técnica. Sueños modernos de la cultura argentina. Buenos Aires: Nueva visión.

Somoza Rodríguez, Miguel (1997). Interpretaciones sobre el proyecto educativo del primer peronismo. De “agencia de adoctrinamiento” a “instancia procesadora de demandas”. Anuario de Historia de la Educación, Nº 1, pp. 163-184.

Somoza Rodríguez, Miguel (2006). Educación y política en Argentina (1946-1955). Buenos Aires: Miño y Dávila.

Tedesco, Juan Carlos (1977). Educación e industrialización en argentina. Informe del Proyecto de desarrollo y educación en América Latina y el Caribe. Buenos Aires: UNESCO/CEPAL/PNDU.

Tedesco, Juan Carlos (1980). La educación argentina, 1930-1955. El país de los argentinos, Nº 185, pp. 113-140.

Torre, Juan Carlos (1990). La vieja guardia sindical y Perón. Sobre los orígenes del peronismo. Buenos Aires: Sudamericana-ITDT.

Valles, Miguel (1999). Técnicas cualitativas de investigación social. Reflexión metodológica y práctica profesional. Madrid: Síntesis.

Weinberg, Daniel (1967). La enseñanza técnica industrial en la Argentina 1936-1965. Buenos Aires: ITDT.

Wiñar, David (1970). Poder político y educación. El peronismo y la Comisión Nacional de Aprendizaje y Orientación Profesional. Buenos Aires: ITDT.

⌘

Sebastián Koc Muñoz es Doctor en Ciencias de la Educación. Becario posdoctoral CONICET. Profesor y Licenciado en Sociología. Profesor Adjunto de Problemáticas Educativas Contemporáneas de la Universidad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Ayudante de Primera de Políticas Educativas en la Universidad Nacional de las Artes.

Pasado Abierto, Facultad de Humanidades, UNMDP se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial 4.0 Internacional.

---

Enlaces refback

• No hay ningún enlace refback.

Copyright (c) 2025 Pasado Abierto


Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional.

---

	Pasado abierto es una revista del Centro de Estudios Históricos (CEHis) de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Mar del Plata. Correo electrónico: pasado.abierto@gmail.com | Web: http://fh.mdp.edu.ar/revistas/index.php/pasadoabierto ISSN 2451-6961 (en línea) Pasado Abierto se encuentra bajo Licencia de Creative Commons Atribución-NoComercial 4.0 Internacional
Revista Incluida en:
	ROAD https://portal.issn.org/resource/ISSN/2451-6961
	LatinREV https://latinrev.flacso.org.ar/mapa
	Latindex Directorio https://www.latindex.org/latindex/ficha?folio=26011
	Google Académico Link
	BASE (Bielefeld Academic Search Engine) Link
	Latinoamericana(Asociación de Revistas Académicas de Humanidades y Ciencias Sociales) Link
	MIAR (Matriz de Información para el Análisis de Revistas) Link
	SUNCAT Link
	WorldDCat Link
	Actualidad Iberoamericana Link
	CZ3 Electronische Zeitschriftenbibliothek Link
	Open Science Directory Link
	EC3 metrics Link
	JournalsTOCs Link
	Malena Link
Evaluada por:
	Latindex Catálogo 2.0 Link
	Núcleo Básico de Revistas Científicas Argentinas Link
	DOAJ (Directory of Open Access Journals) Link
	ERIHPLUS (European Reference Index for the Humanities and Social Sciences) Link
	REDIB (Red Iberoamericana de Innovación y conocimiento Científico) Link
	CIRC (Clasificación Integrada de Revistas Científicas) Link
Pasado Abierto utiliza el identificador persistente: