En procura de autonomía tecnológica… Raúl Carnota y Marcelo Vianna
Norteamérica (EEUU) y Japón y el resto del mundo preocupaba también a las élites de
países desarrollados como Francia (Mahoney, 1987).
En 1976, el presidente de Francia Valéry Giscard d’Estaing, al solicitar la
elaboración de un informe sobre “los medios de conducir la informatización de la
sociedad”, señalaba que
“El desarrollo de las aplicaciones de la informática es un factor de
transformación de la organización económico y social y del modo de
vida; conviene, pues, que nuestra sociedad esté en condiciones de
promoverla y, a la vez, de dominarla, para ponerla al servicio de la
democracia y del desarrollo humano.”4
El pedido estaba dirigido a Simon Nora, alto funcionario de su gobierno y, en el
informe resultante, titulado “La informatización de la sociedad”, se afirmaba que "los
riesgos de la soberanía se han desplazado hacia el control de las redes, que condicionan
tanto el control de las comunicaciones como la orientación del mercado informático".
(Nora y Minc, 1980)5. Para la misma época el Director General de la UNESCO, Amadou
Mahtar M’Bow, un intelectual senegalés durante cuyo mandato la UNESCO tomó unas
posturas cercanas a los reclamos de los países del 3er mundo6, afirmaba: “Una
dependencia en el dominio de la informática puede implicar un abanico creciente de
servidumbre en múltiples dominios” (citado en Benchenna, 2006: 228)
Unos años antes, visualizando tempranamente el rol de la informática en todos los
ámbitos de la sociedad, Fermín Bernasconi, Director General del International Computer
Center (ICC), surgido de la mano de la UNESCO a inicios de la década de 1950 (Mounier
presidido por el Premio Nobel de la Paz Sean MacBride, a quien UNESCO le encargó la creación de un
conjunto de recomendaciones para hacer más balanceados los susodichos flujos. La Comisión MacBride
elaboró un informe titulado "Muchas voces, un solo mundo", en el que se esbozaban los principios generales
del Nuevo Orden Mundial de la Información y la Comunicación.
4 Nora, Simon y Minc, Alain (1980). La informatización de la Sociedad. México: Fondo de Cultura, p. 7
5 El trabajo, elaborado en conjunto por Simon Nora y Alain Minc, fue presentado a Giscard d’Estaing en
enero de 1978 y fue publicado ese mismo año como libro con el título de “La informatización de la
sociedad”. Su visión prospectiva sobre el futuro de las sociedades bajo el creciente desarrollo de la
informática tuvo gran influencia en su época. El libro se constituyó en un best seller en Francia y fue
traducido a numerosos idiomas. Más conocido como “Informe Nora-Minc”, se considera que allí se acuñó
el término telemática. Tuvo, además, un impacto directo en el desarrollo de la informática francesa, en
particular de Minitel, un sistema que permitía, ya en la década de 1980, realizar compras en línea, reservas
de tren, buscar productos, recibir correo electrónico, y chatear de una manera similar a la que luego fue
posible gracias a Internet..
6 Bajo su mandato (1974-1987) la UNESCO abogó por un “New World Information and Communication
Order” (ver nota previa). A raíz de esta orientación los EEUU de Norteamérica abandonaron la UNESCO
en 1984 y recién se reintegraron en 2002.
Pasado Abierto. Nº 10. Julio-diciembre de 2019
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