Hablar y comer. Desbordes distópicos en Cadáver exquisito de Agustina Bazterrica

Resumen

Desde Aldous Huxley (Un mundo feliz, 1932), George Orwell (1984, 1949), Philip K. Dick (Sueñan los androides con ovejas eléctricas, 1968) y Margaret Atwood (El cuento de la criada, 1985), entre otras, las literaturas que ponen el foco en la distopía llevan a cabo una crítica despiadada del presente a partir de la proyección, a futuro, de las líneas de fuerza que lo constituyen. Partiremos de la novela Cadáver exquisito (Premio Clarín 2017) de la escritora argentina Agustina Bazterrica, cuyo título autoriza se la analice desde dos planos no excluyentes: el de una técnica poética inaugurada por los surrealistas, y el de una práctica consistente en comer a otros humanos (canibalismo). Hablar y comer se anudan, los intercambios entre la materia verbal y la materia nutricia logran asimilarse. La condición de posibilidad de que un ser de la misma especie se ofrezca al consumo (y a su reverso: el desecho) descansa en el vaciamiento de la palabra, en su utilización mecánica.

La conversión del humano en objeto comestible no solo ubica este relato a la orilla de una distopía cuya realización simbólica parece darse ya, sino que quebranta la legalidad que sostiene este tipo de relatos a partir de un desenlace inimaginable.