Rese–a de Abad Zardoya, C., (2023). Lujos de comodidad. LŽxico del espacio domŽstico en las fuentes notariales del largo siglo XVIII, Gij—n: Trea. 304 pp., 27 ilus. a color, ISBN 978Ð84-19823Ð29‑8.

Pilar Diez del Corral Corredoira^*

Universidad Nacional de Educaci—n a Distancia, Espa–a

diezdelcorral@geo.uned.es

Recibido:        08/05/2024

Aceptado:       02/06/2024

Palabras clave: inventarios; domesticidad; hogar; cultura material; siglo XVIII.

Keywords: inventories; domesticity; home; material culture; eighteenth century.

La gran mayor’a de las publicaciones acadŽmicas que consumimos aquellos que nos dedicamos a las disciplinas human’sticas suelen ser fruto, a grandes rasgos y simplificando mucho, de la vanidad o de la generosidad (aunque no son siempre excluyentes). De la primera surgen aquellos libros cuyos autores creen que abrir‡n los ojos de sus congŽneres, a veces lo consiguen, y, por tanto, los recompensar‡n con laureles y loas, mientras que de la generosidad nacen obras cuidadosamente hiladas para ofrecer al lector acceso directo a materias complejas y cimentar as’ el trabajo de la siguiente generaci—n. El libro de Abad Zardoya indiscutiblemente pertenece a la segunda categor’a, ya que su autora nos ha brindado, en un envoltorio entretenido y reluciente su trabajo personal y concienzudo de a–os en archivos anotando, comentando y tratando de dar sentido a los vocablos que caprichosamente se repet’an en la caligraf’a de notarios que diligentemente daban cuenta de las posesiones habituales en los hogares del siglo XVIII. El dominio de la terminolog’a espec’fica presente en este tipo de documentos suele ser el resultado de largas horas en el archivo, numerosas confusiones sem‡nticas por la evoluci—n de los usos del lenguaje y, sobre todo, mucha paciencia. Ofrecer al lego un diccionario de tŽrminos de una materia tan espec’fica y hacerlo en una forma tan accesible no s—lo es un acto de generosidad por parte de la autora, sino un servicio impagable para aquellos que deseen adentrarse en los recovecos del mundo domŽstico del siglo XVIII a travŽs de sus fuentes primarias con una gu’a que les permita soslayar las dificultades de localizar el origen y significado de los tŽrminos.

Adem‡s de la utilidad obvia de una publicaci—n as’, este libro tiene la virtud de hacer de un lŽxico un texto no s—lo œtil sino amable y ameno, lo cual no es tarea f‡cil, pues el cariz pr‡ctico que indiscutiblemente es inherente al formato de un vocabulario favorece el concentrarse en el contenido sin adornos o, dicho de otra forma, se tiende a olvidar la parte estŽtica de la escritura. Este condicionante no afecta a las voces que pueblan las p‡ginas de Abad Zardoya, que consigue con una prosa ‡gil y colorida desplegar un diccionario que se lee con gusto y curiosidad. Son muchas las entradas que resuenan en la memoria del lector por el placer de descubrir palabras nuevas o ya alguna vez encontradas, pero cuyo significado no estaba del todo claro, como garrucha (polea); pretina de criatura (cintur—n de dijes); de/con rompimientos para describir el perfil mixtil’neo de vajillas o de una mesa; nuez de madera o de plomo, es decir, el peso de un material u otro para dar forma y peso a las borlas de cordoner’a; alumbradores o brazos de metal que sosten’an las velas, por ejemplo, en un espejo de sobrecheminea. Junto a curiosidades como sartŽn para hacer gŸebos, que solucionaba con oquedades en su base el problema de fre’r varios huevos a la vez sin que se junten, o el —rgano para ense–ar a cantar a los p‡jaros o serinette, esto es, un organillo de cilindro para fomentar el canto de los p‡jaros, as’ como la mesa de orejeras, que b‡sicamente es una mesa extensible cuya forma en abierto es redonda u oval, son numerosos los tŽrminos realmente oscuros que gracias a este lŽxico podemos discernir mejor.

As’ mismo la riqueza del lenguaje nos devuelve palabras como Òlugar comœnÓ, una forma elegante de mencionar una letrina y que pasar’a desapercibido al lego, como los matices de palabras aparentemente obvias, pero cuyo significado era otro en el siglo XVIII como ÒgarabatoÓ, que era un gancho para colgar alimentos o utensilios. Tanto el lector especializado como el curioso encontrar‡ en las entradas de este lŽxico un instrumento indispensable para descifrar los en muchas ocasiones prolijos inventarios dieciochescos, pero sobre todo le ayudar‡ a crear una imagen m‡s completa de los interiores de esas moradas, desde la m‡s humilde a la m‡s suntuosa.

La autora no se conforma con ofrecer un lŽxico, sino que tambiŽn dedica unas ochenta p‡ginas a introducir los vocablos. Esa primera parte del libro es un claro ejemplo de la importancia de saber presentar un tema contextualiz‡ndolo y aportando toda una serie de referencias que permiten al lector adentrarse en el asunto armado no s—lo de las nociones b‡sicas, sino tambiŽn de la discusi—n historiogr‡fica y de las novedades m‡s recientes en el debate sobre el asunto, con numerosas y bien hiladas menciones bibliogr‡ficas para profundizar cuando sea necesario. Si adem‡s unimos a todo ello un sutil humor en la forma de presentar los distintos apartados y secciones de la introducci—n no podemos m‡s que recomendar la lectura de este libro, ya sea para el iniciado, ya sea para el lego que encontrar‡n en sus p‡ginas no s—lo conocimiento sino tambiŽn una lectura de lo m‡s amena y erudita, dos caracter’sticas que rara vez van de la mano.