Imágenes del mundo Atlántico en el Salón de Reinos del Buen Retiro

Resumen

La imagen de América impactó muy pronto no solo en la de la Monarquía hispánica y en el Imperio habsbúrgico, sino también, sobre todo, en el contenido de sus colecciones artísticas. Los mundos exóticos, el gusto por la naturaleza, la pasión por representar gráficamente ambientes que ya se conocían, pero también los recién descubiertos, forman parte sustancial de la idea de maravilla, tal y como se convenía en las colecciones de las cortes del siglo XVI. Sin embargo, a lo largo de las primeras décadas del siglo XVII las preferencias artísticas y los sistemas coleccionísticos de las cortes europeas comenzaron a cambiar rápidamente. El interés por lo exótico comenzó a decaer, si bien no llegó a desaparecer por completo, pero ya no se ligó tanto al objeto en sí, como a su representación pictórica. Sin embargo, la aparición de temas americanos y atlánticos en un conjunto como el Salón de Reinos del Buen Retiro, planificado y realizado a lo largo de los años treinta del siglo XVII, objeto de nuestro estudio, es un hecho completamente distinto.  En realidad, a lo largo de las primeras décadas del siglo XVII, se pasó de un concepto de colección basado en las ideas de curiosidad, preciosidad y exotismo, a otra que cada vez tiene que ver más con el conocimiento de la historia, sea antigua o contemporánea, o con la expresión, en el caso que nos ocupa, la guerra, la fuerza, el poder y el control de territorios determinados. En todo este proceso los objetos y preciosidades perdieron su importancia, que fue tomada, sobre todo, por la pintura.