Cristina MARTÍNEZ FRAILE, Gladys LIZABE y Marcelo PEREIRA LIMA (eds.), Géneros en red: mujeres, feminismos y masculinidades, Madrid, Dykinson S. L., 2024, 304 pp., ISBN 978-84-1070-645-3

ARK CAICYT: https://id.caicyt.gov.ar/ark:/s24516821/3ckqfhoxr

Fecha de recepción: 24/10/2025

Fecha de aprobación: 27/10/2025

El libro Géneros en red: mujeres, feminismos y masculinidades es el primer volumen publicado por la Red Internacional Multidisciplinar de Estudios de Género (RIMEG). Esta compilación de investigaciones actuales tiene el objetivo de visibilizar y aplicar la perspectiva de género a diversos contextos académicos. Lo que resulta un aporte interesante y particularmente novedoso es la óptica con que focaliza el ámbito medieval. Esta reseña evaluará los aportes originales del libro al campo de los estudios de género y orientará su lectura en relación con los distintos públicos a los que apunta cada capítulo.

Los capítulos del libro giran en torno a la teoría feminista, el género y la historia. Se analiza la construcción social del género a través del tiempo y los diversos contextos culturales. Se problematiza la necesidad de la perspectiva de género en la investigación académica y se enfatiza la invisibilización de las mujeres y diversidades en las narrativas históricas. Se rescatan las voces de sujetos subalternos y se exploran las relaciones de poder y la violencia ejercida sobre los cuerpos de mujeres y disidencias. El libro se estructura con una introducción, un recuento histórico sobre la RIMEG y once investigaciones individuales.

La introducción, escrita por los compiladores, introduce el marco general destacando la naturaleza compleja, polifacética y dinámica del concepto de género, anclado en marcadores sociales plurales, contextuados e interseccionales.

En el primer capítulo Gladys Lizabe aborda la génesis de la RIMEG en 2021 como una iniciativa promovida por la Universidad Nacional de Cuyo (Argentina) y cuenta la estructura y objetivos de la red, a la vez que conmemora a una de sus fundadoras, Eva Parra Membrives, recientemente fallecida.

El capítulo “Violencia de conciencia y sumisión negociada en la vida de la fundadora de la primera congregación religiosa femenina argentina” resulta sumamente interesante ya que es un ejercicio de reflexión para Adriana García, quien revisita críticamente una investigación propia, producida treinta años antes, sobre la fundación de la primera congregación femenina argentina en 1872 en Córdoba. La autora deconstruye su propio aprendizaje y reexamina sus parámetros teórico-metodológicos desde la perspectiva de género y el movimiento de la Nueva historia cultural.

El capítulo tres de Andréia Cristina Lopes Frazão da Silva se llama “O peregrino enganado pelo diabo: leituras comparativas do Liber Mariae e Das legende sanctorum de João Gil de Zamora a partir da categoria gênero”. Como su título indica, se trata del análisis comparativo de un milagro medieval en las versiones presentes en obras del franciscano Juan Gil de Zamora: el Liber Mariae (LM) y las Legende Sanctorum (LS), a partir de la aplicación de la categoría de género. La fábula se trata de un peregrino engañado por el diablo que se corta los testículos y se suicida; sin embargo, vuelve a la vida con ayuda de María y el apóstol Santiago. El análisis pone de manifiesto que, aunque en el contexto medieval el humorismo planteaba un género único en diferentes grados para alcanzar la perfección metafísica, en ambas versiones se comparten saberes sobre la diferencia sexual. Este capítulo puede resultar un poco críptico para quienes no están interiorizados en los estudios medievales, teniendo en cuenta que se trata de un libro no especializado en dicha área.

“La identificación de las masculinidades en la paremiología de las lenguas alemana y española: ‘no es fácil ser hombre’, por todo lo que supone serlo” de Cristina Martínez Fraile compara refranes en alemán y español que incluyen la palabra hombre/Mann. La autora propone un análisis cultural y lingüístico que fomente la deconstrucción de comportamientos rígidos asociados a las masculinidades a partir de la discusión de patrones misóginos y patriarcales presentes en los modelos de masculinidad en los refranes de ambas lenguas.

El quinto capítulo de Gladys Lizabe, “El desierto femenino en la Edad Media: una opción para la igualdad de género”, plantea el desierto medieval, ese espacio a cielo abierto al que se retiraban mujeres y varones en busca de la salvación cristiana, como un “inconmensurable cuarto propio”, es decir, un espacio de agencia, libertad, resistencia e igualdad entre géneros. Se centra en el relato de santa María Egipcíaca y relativiza la idea del desierto como un ámbito exclusivamente masculino, identificándolo como la ruptura de la dicotomía entre lo público y lo privado y que se configuraba como un espacio que igualaba a mujeres y varones por su rusticidad y violencia. Este capítulo se muestra interesante y accesible para el público general atraído por las temáticas medievales. Pero más atractivo aún es el capítulo “Las voces de las mujeres lesbianas y las personas transgénero e intersexuales en la Europa medieval” de Jesús Ángel Solórzano Telechea. Allí se refuta la idea de la ausencia de minorías sexuales (lesbianas, personas transgénero e intersexuales) en la Europa medieval, hecho invisibilizado más por los medievalistas, regidos por una perspectiva heteronormada, que por las fuentes originales. Solórzano Telechea toma como corpus de análisis diferentes casos judiciales entre 1255 y 1503 y señala que, a pesar de que no había una legislación específica, se castigaba duramente la actividad sexual entre mujeres y las identidades no conformes al binarismo sexual. Cuando estas situaciones salían a la luz en forma pública, se iniciaba un amplio proceso de criminalización que, mediante su represión y castigo, debía servir como ejemplo aleccionador para otras personas que pergeñaban la idea de visibilizar sus identidades. Por otro lado, “Guerras de narrativas, memorias colectivas y masculinidades: ¿hasta dónde llegan las directrices de género en el control del tiempo?” de Marcelo Pereira Lima pareciera orientarse solo para especialistas en modernidad, punto limitante para el artículo ya que los aportes del estudio de masculinidades son bienvenidos en el campo de los estudios de género. El autor toma la narrativa panegírica que Diego Enríquez del Castillo realiza sobre Enrique IV en comparación con otras crónicas más críticas del regente, como la de Alfonso de Palencia, buscando analizar transversalidades e interseccionalidades entre el género y las crónicas castellanas en el uso que hace la historiografía medieval a la hora de construir la historia y los modelos de masculinidad. El resultado es un texto demasiado hermético para las personas que son legas en la materia.

A partir de aquí el libro se vuelve accesible para lectores provenientes de cualquier disciplina. El capítulo de María Gabriela Vásquez, “Historia de las mujeres y de género. Propuestas y desafíos de un nuevo espacio curricular en la Facultad de Filosofía y Letras (Universidad Nacional de Cuyo - Argentina)”, es un racconto histórico del desarrollo del campo que vincula la historia a la perspectiva de género en Argentina, haciendo foco en la asignatura optativa “Historia de las Mujeres y de Género” dictada en la Universidad Nacional de Cuyo, la cual ha sido declarada de interés por la legislatura de Mendoza.

René Aldo Vijarra, por su parte, escribe “Cuerpos y afectos violentados en la obra de tres escritoras españolas del siglo xvii: María de Zayas, Mariana de Carvajal y Leonor de la Cueva y Silva”. En él analiza la obra de estas tres autoras como un posicionamiento político que denuncia la injusticia y el maltrato a las mujeres durante el Siglo de Oro mediante el código de honor masculino, que se desplegaba como un dispositivo de sometimiento de los afectos y el cuerpo femenino.

En el capítulo nueve, “Malvinas: guerra y política. Mujeres silenciadas, olvidadas, invisibilizadas en la literatura y el mundo de la representación nacional”, Silvina Beatriz Barroso rescata las figuras femeninas que participaron de la guerra de Malvinas (1982) como enfermeras e instrumentistas quirúrgicas en el Teatro de Operaciones del Atlántico Sur (TOAS). Al día de hoy estas mujeres siguen luchando por ser reconocidas simbólicamente dentro de las representaciones y discursos sobre la guerra y por las políticas de reparación histórica que se les brindaron a los varones que participaron de la guerra, como la pensión.

Thasio Fernandes Sobral, en el capítulo “Brasil, campeão mundial de travestis: os gêneros de travestis e transsexuais na ditadura militar”, evalúa las dinámicas de poder en torno a la producción discursiva del género de las tarvestis que se produjo durante la Dictadura Militar (1964-1985) en el vecino país. Para lograrlo analiza algunos números del periódico Lampião da Esquina, en los cuales se trataba “la cuestión travesti” desde las voces de distintos sujetos históricos, entre ellos personas entrevistadas, el concejo editorial y personas identificadas con identidades subalternas como las travestis y transexuales. Finalmente, en el último capítulo “Escuchando a las mujeres: aprendiendo a escucharlas en la investigación histórica a partir de las narrativas de una mujer del interior de Bahia/Brasil”, Vânia Nara Pereira Vasconcelos hace énfasis en la importancia de romper con la lógica del extractivismo epiestémico y horizontalizar la investigación en el marco contextual de la construcción biográfica de Doña Farailda, una “casamentera” del interior de Bahía.

Los aportes del libro se vinculan principalmente a la perspectiva de género aplicada de modo transversal en las diferentes disciplinas que aborda cada capítulo y el revisionismo histórico que ofrece lecturas críticas y alternativas del pasado y del presente. La visibilización de trabajos realizados desde los feminismos, en todos los ámbitos del saber, es fundamental en un contexto en el cual son puestos en entredicho y culpabilizados del avance de movimientos conservadores y reaccionarios que repercuten en una restricción de los derechos de las personas LGBTIQA+.

En lo que se refiere a los estudios medievales y de la temprana modernidad, el volumen contribuye, con una mirada renovada, asentada en epistemologías recientes y posicionamientos político-científicos actuales, a escrutar las vivencias, las corporalidades, las sensorialidades y las identidades de los actores sociales de aquellos tiempos. Así logra desmontar la imagen más difundida que lo presenta como un período histórico que, en términos de género, fue homogéneo, solamente binario y muy pacato. Por el contrario, los trabajos reunidos afirman que, tanto en el pasado como en la actualidad, las personas con identidades de género subalterizadas siempre han existido pese a la opresión de ciertas instituciones y poderes fácticos. En el campo académico los estudios medievales también tienen mucho que ofrecer en las disputas que siguen presentes.

María Eugenia Velázquez

Universidad Nacional de La Plata

Universidad de Buenos Aires