Encuentros de la Facultad de Humanidades / UNMDP, II Jornadas de Teoría Literaria y Práctica Crítica. Tradiciones, tensiones y nuevos itinerarios

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Ricardo Piglia/Emilio Renzi en la ciudad balnearia: escenas de exilio, invasión y productividad
Rosalía Baltar

Última modificación: 2019-12-20

Resumen


La villa balnearia, Mar del Plata, el refugio desde fines del siglo XIX de la elite porteña, fue sucesivamente adoptando una imagen asociada al veraneo, los baños de mar, los paseos por la rambla, hasta la “democratización del bienestar” (Torre y Pastoriza 2002), que propone el paso de un ocio aristocrático a uno democrático y un desplazamiento hacia la cristalizada “Ciudad Feliz”, título que denomina un mercado de las vacaciones. Ahora, bajo ese neón luminoso y desacompasado, bajo o al lado, ocurre otra ciudad y otras relaciones con el territorio, el tiempo y el cuerpo que, de algún modo traen pasados, en los que la visión de la playa y de la ciudad como atmósfera vacía contempla posibilidades tanto de productividad como de disvalor. En algún sentido la ciudad vacía se visualiza como pre moderna, para decirlo con Alan Corbin. Por ejemplo, en la ciudad balnearia sucede el aluvión de la muchedumbre desordenada, de la que la subjetividad se pierde y distancia. El registro de la invasión de la multitud descentra esta mirada de disfrute del balneario y conforma una incómoda situación de propiedad privada invadida, saqueada, y, al mismo tiempo, consolida cierta experiencia de la propiedad sobre algo ajeno. O, en la ciudad balnearia se impone la precariedad en tanto dispositivo rector de las relaciones y de los espacios materiales. O, por último, en la ciudad balnearia se espera, se hiberna, en un tipo de ocio que convierte el tiempo en escritura. En estas tres dimensiones de la experiencia del vacío aparece la política y lo político como elemento constitutivo de la ciudad balnearia.


Palabras clave


Balnearios; ciudades; Piglia

Texto completo: 74-84