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Durante los años del retorno de la democracia la Iglesia católica enfrentó un serio desafío a su presencia social al ser interpelada por un discurso democrático que se fue tornando hegemónico en los años posteriores al triunfo de Raúl Alfonsín. El impacto fue pronunciado dada la asociación de la Iglesia con la dictadura militar y con las peores expresiones de una cultura política autoritaria que había comenzado a tomar forma en los años 30’ del siglo pasado y que había encontrado su punto de máxima expresión en la dictadura. Lo que pretendemos abordar es cómo se expresó y procesó este desafío entre sectores intelectuales del catolicismo, observando en particular a los referentes de Comunión y Liberación (CL), movimiento eclesial de origen italiano que llegó al país a principios de la década de 1980. Observar a estos actores implica ir más allá de la jerarquía católica y captar algunas de las voces que convivían en disputa dentro del catolicismo.
En el caso de CL implica, dada la impronta que forjó desde su aparición, analizar al movimiento en una doble pertenencia: al campo intelectual, por un lado, en el que buscó intervenir a través de revista Esquiú defendiendo lecturas sobre la política, el rol del Estado y la democracia determinadas por una concepción específica del lugar de la religión en las sociedades contemporáneas y a la Iglesia, por el otro, donde participa en las luchas de poder y en la disputa por definir los rasgos identitarios de los católicos

Dictadura, Iglesia, Democracia, Comunión y Liberación